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9 de diciembre de 1929

Sobre el Congreso Nacional del Aceite de Oliva y el Pabellón del Corcho




El lunes 9 de diciembre, en sesión de mañana y tarde, comenzaron las reuniones del I Congreso Nacional del Aceite de Oliva, inaugurado oficialmente el día anterior por el infante don Carlos. Por la tarde, se inauguró el Pabellón del Corcho. Aquella noche el doctor Francisco Graña y Enrique Swayne, comisario general y delegado, respectivamente, del Pabellón del Perú en la Exposición, dejaron la ciudad, a la que llegó procedente de Madrid un grupo de niñas asiladas para visitar el certamen.


La mañana en el recinto

Los únicos eventos de la mañana en el recinto fueron las reuniones del I Congreso Nacional del Aceite de Oliva. Los actos comenzaron a las diez y media en el Salón de Actos de la Plaza de España, cuando se celebró la reunión preliminar para nombrar las mesas de las cuatro secciones en las que el congreso estaba organizado. A continuación, dieron inicio las ponencias de la sección primera, en la que intervinieron los representantes del siguiente Congreso Internacional de Oleicultura que se celebraría en Grecia y en la que también se trató el tema de los abonos.


Los eventos de la tarde

Por la tarde, continuaron las actividades congresuales. A las cuatro, los asistentes hicieron una detenida visita al Pabellón del Aceite (o de Agricultura) de la Exposición, un magnífico edificio de Juan Talavera inspirado en las haciendas de olivar, decorado por el pintor Santiago Martínez, asesor artístico de la Iberoamericaa, que les fue mostrado y explicado por miembros del Comité de la Propaganda del Aceite de Oliva.




Pabellón del Aceite o de la Agricultura.


Los congresistas se detuvieron especialmente viendo funcionar los dos molinos que se exponían en el pabellón: uno antiguo y otro moderno, inventado por Pedro de Solís y el ingeniero sevillano José Chico. Tras un lunch que les fue allí mismo servido, regresaron al Salón de Actos del Edificio Central de la Plaza de España, donde comenzaron las ponencias de la sección segunda, dedicada a la producción y la refinería del aceite.


Mientras los congresistas seguían en el Pabellón del Aceite, a las cinco de la tarde, muy cerca de allí, también en el Sector Sur de la Exposición, se inauguraba el Pabellón del Corcho, levantado por los industriales corcho-taponeros de la provincia.


Asistieron al acto Juan Molano (vocal del Comité), el secretario Francisco Sánchez Apellániz, el general Rodríguez de Aumente y numeroso público, entre ellos los principales productores de corcho de Sevilla. Los invitados recorrieron la instalación, donde se exponían curiosas e interesantes aplicaciones del corcho, como serrín prensado para pavimentos y suelo y cuadros con vistas de Sevilla realizados en relieve.



La noche en el recinto

Aquella noche hubo movimiento en la Estación de Plaza de Armas. Idas y venidas. En el expreso, el comisario general del Pabellón del Perú en la Exposición, el doctor Francisco Graña y el delegado, Enrique Swayne, acompañado de su esposa e hijas, tomaron el expreso a Madrid. Graña que, además de reputado médico, era diputado y vicepresidente de la Cámara peruana, debía incorporarse a su puesto en enero de 1930, en que se reanudaba la legislatura. En la Estación de Plaza de Armas les despidieron los delegados y los cónsules de los países concurrentes al certamen, así como una representación del Comité, autoridades, miembros de la colonia peruana y amigos de los Graña. Enriqueta Garland, esposa de Francisco Graña, y sus hijas salieron de Sevilla dos días después, viajando en automóvil hasta Madrid, para continuar el viaje hasta Vigo, donde embarcarían con dirección al Perú.


Aquella noche, el rápido de Madrid, acompañadas de cuatro monjas de la Caridad de San Vicente de Paúl, llegaron a Sevilla treinta niñas acogidas en el Colegio de la Paz (la Casa Cuna) de la capital para visitar los monumentos sevillaos y la Exposición, invitadas por la Diputación de Sevilla. En la Estación de Plaza de Armas las recibió el presidente de la Diputación. Un ómnibus de la Compañía de Tranvías las trasladó al hospicio, donde se alojaron durante su estancia en la ciudad


Mientras tanto, a las diez de la noche, en el Teatro de la Exposición se celebró una función de gala en honor de los concurrentes al Primer Congreso Nacional del Aceite de Oliva, en la que la Compañía de Camila Quiroga puso en escena La virtud sospechosa, una comedia de Jacinto Benavente. Los infantes don Carlos y doña Luisa asistieron a la representación. Dado el gran número de congresistas asistentes, hubo lleno en el teatro.


Noticias de la prensa local sobre la jornada

  • El Primer Congreso del Aceite de Oliva. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 10 de diciembre de 1929, p. 3.

  • El Primer Congreso Nacional del Aceite de Oliva. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 10 de diciembre de 1929, p. 1.

  • Llegada de las niñas acogidas de la beneficencia de Madrid para visitar el certamen. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 10 de diciembre de 1929, p. 3.

  • Niñas asiladas de Madrid llegan a Sevilla. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 10 de diciembre de 1929, p. 2.

  • Inauguración del pabellón del corcho. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 10 de diciembre de 1929, p. 1.

  • Inauguración del pabellón del corcho. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 11 de diciembre de 1929, p. 1.

  • Marcha del doctor Graña. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 10 de diciembre de 1929, p. 1.

  • Marcha del Comisario y el delegado del Perú Sres. Graña y Swayne. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 11 de diciembre de 1929, p. 5.

Cómo citar esta entrada

9 de diciembre de 1929. Sobre el Congreso Nacional del Aceite de Oliva y el Pabellón del Corcho. En El Diario de la Exposición, de Juan José Cabrero Nieves y Amparo Graciani, https://www.eldiariodelaexposicion.com/post/9-de-diciembre-de-1929. Sujeto a Licencia Creative Commons.



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