BIENVENIDA A FRANCISCO GRAÑA
El viernes 20 de septiembre se difundieron algunos eventos previstos para la celebración de la Fiesta de la Raza. El Ayuntamiento de Sevilla homenajearía al presidente argentino Hipólito Irigoyen como su iniciador, colocando en la fachada principal del Pabellón de Argentina un busto suyo y una lápida con una dedicatoria que la prensa refiere como "cariñosa". Los guardiamarinas de la fragata argentina Presidente Sarmiento asistirían formados a la ceremonia, por lo que se aceleró la salida del buque a fin de que el día 11 estuviera fondeado en el Puerto de Sevilla. Pero los actos más destacados del día, sin duda, fueron la reunión de la Comisión Permanente de la Exposición y la celebración de una cena en homenaje a Francisco Graña, delegado del Pabellón del Perú en la Exposición Iberoamericana.
Se reúne la Comisión Permanente de la E.I.A.
Aquel día, en el Hotel Alfonso XIII se celebró la sesión de la Comisión Permanente de la Exposición. En esta, a fin de conmemorar el Día de la Raza, y con ello, homenajear los países americanos, se acordó por unanimidad aprobar la propuesta del alcalde Díaz Molero, director accidental del Comité, de colocar en el centro de la glorieta que da frente a la Plaza de España, una piedra con estrofas de Rubén Darío sobre la Raza grabadas en letras doradas. Esta sería la génesis del Monumento a la Raza, hoy inmediato al restaurante que por ella lleva su nombre.
En la sesión se pusieron en conocimiento del Comité dos escritos. De una parte, el cursado por el embajador de Portugal al gobierno de España solicitando que los cien músicos de la Banda de la Guardia Nacional Republicana que participarían en la Semana de Portugal se pudieran alojar en el Cuartel del Regimiento de Zapadores Minadores, como en su momento hizo la Banda de los Estados Unidos. De otra, un escrito del Colegio Oficial Veterinario de la Provincia de Sevilla en el que requería autorización para celebrar del 21 al 27 de octubre en el Salón de Actos de la Plaza de España las sesiones del Congreso de Veterinarios así como algún agasajo para los asambleístas. También se trató sobre la reunión convocada para el otoño por parte de la Real Sociedad de Carreras de Caballos de Sevilla, remitiéndose una relación de las entidades a las que se habían enviado carteles de propaganda. Además, Caravaca propuso que se designara a Jacinto Montllor como asesor honorífico del Comité e inspector de los restaurantes de lujo de la Exposición.
Cena de bienvenida al comisario del Pabellón de Perú
Aquella noche, en el Hotel Inglaterra, se agasajó con una cena de bienvenida a Francisco Graña, comisario general del Pabellón de Perú, quien recientemente había llegado a Sevilla.
Francisco Graña Reyes (1878-1959), miembro una de las más ricas familias del país, era un destacado médico, maestro y científico peruano, pudiendo ser considerado uno de los hombres más importantes del Perú del momento y uno de los más importantes cirujanos que había tenido el país. A él se debía la creación en 1896 del Instituto de Higiene y el Instituto de Vacuna, los grandes hitos de modernización del inicio del periodo histórico de la República Aristocrática; la fundación del primer consultorio para niños en el país; la introducción en el país y la enseñanza y de la cirugía en los bebés, el uso de la anestesia, el pasteurizado de la leche (1907), y la investigación bacteriana de las aguas de los ríos. Fue el propulsor del seguro social obligatorio, primero para obreros y después para empleados, siendo además uno de los artífices de la fundación y construcción del Hospital Obrero y del Hospital del Empleado.
Su alta consideración, su renombre y sus relaciones con el presidente de la República, Augusto Leguía, llevaron a su nombramiento como delegado de la concurrencia peruana en Sevilla. Graña había venido acompañado de su esposa Enriqueta Garland y de sus ocho hijos. Su hija Rosa "Mocha" Graña Garland, que entonces contaba con veinte años, con el tiempo se convertiría en una figura mítica en la moda, la alta costura, el arte, el teatro y la música limeñas.
La cena fue organizada por Teodomiro L. Vargas, cónsul de Méjico en Sevilla. Entre los asistentes, se encontraban la esposa del homenajeado, los miembros más destacados de la delegación peruana, en concreto el eminente escritor y psicólogo peruano Erique Solari Swayne, el doctor Rospigliosi y la periodista Corina Garland, Juan Belmonte y su señora, grandes amigos del homenajeado, Alejandro Graña, el arquitecto del pabellón Manuel Piqueras Cotolí acompañado de su esposa, Eduardo Carvajal, ingeniero director de la Exposición, y representantes de la prensa.
Además concurrieron las principales autoridades sevillanas: el gobernador civil, Vicente Mora Arenas, el alcalde, Nicolás Díaz Molero, el gobernador militar, Fernández Bárreto, y el ilustre letrado local Manuel Blasco Garzón.
Asistentes a la cena de bienvenida a Graña (fot. de Serrano, pub. en El Noticiero Sevillano, de Sevilla, 22 de septiembre de 1929, p. 8).
Francisco Graña (a la derecha), acompañado por los delegados americanos en la Exposición, en el patio del Pabellón del Perú (fot. del Archivo de la Familia Sánchez Apellániz).
Noticias de la prensa local sobre la jornada
El homenaje de Sevilla al presidente Irigoyen. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 20 de septiembre de 1929, p. 1.
El día de la Fiesta de la Raza se inaugurará un pequeño monumento conmemorativo en la Plaza de España. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 21 de septiembre de 1929, p. 1.
Para conmemorar el Día de la Raza. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 21 de septiembre de 1929, p. 1.
Comida en honor del comisario del Perú en la Exposición. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 22 de septiembre de 1929, p. 8.
Cómo citar esta entrada
20 de septiembre de 1929. Bienvenida a Francisco Graña. En El Diario de la Exposición, de Juan José Cabrero Nieves y Amparo Graciani, https://www.eldiariodelaexposicion.com/post/20-de-septiembre-de-1929. Sujeto a Licencia Creative Commons.
