16 de junio de 1930

Llega a Sevilla el Príncipe de Asturias y se inicia la Semana de Méjico

El lunes 16 de junio resultó una jornada ciertamente intensa, marcada por la llegada a Sevilla del Príncipe de Asturias, la inauguración de la Semana Nacional de Méjico y los festejos en los pabellones coloniales que seguían su curso.

Por la mañana, en el expreso de Madrid, llegaba a la Estación de Plaza de Armas de Sevilla el Príncipe de Asturias que el día 21 habría de presidir en nombre de Rey la clausura del certamen. Tras ser recibido en los andenes por las autoridades civiles y militares de la ciudad y por el Comisario Regio Carlos Cañal, en la explanada de la estación, el Príncipe de Asturias recibió honores militares, y presenció el desfile de una compañía del Regimiento de Soria.

Recepción a S.A.R. el Príncipe de Asturias, Alfonso de Borbón y Battenberg a su llegada a la Estación Plaza de Armas (fot. de Serrano, colección familia Sánchez Apellániz)

Mientras S.A.R. era recibido en Plaza de Armas, en el Ayuntamiento y en el Edificio Central de la Plaza de España se proclamaba solemnemente la Semana de Méjico en la Exposición, con la izada de la bandera mejicana.

Hacia las once, acompañado por sus ayudantes y por el doctor Carlos Elósegui Sarazola, médico de cámara de Su Alteza, partió en automóvil para realizar un recorrido general por el recinto de la Exposición.

Aquella mañana, las autoridades marroquíes que habían acudido a Sevilla para asistir a los festejos que se celebraban en el Pabellón de Marruecos, el ex ministro Ben Nuna, los bachás Melali y Dris el Rifíi y los ministros del Maghzen Ernoni y Benanain, subieron a la Giralda, admirando la panorámica de la ciudad desde el cuerpo de campanas.

Visita de una comisión de moros notables a la Exposición Iberoamericana. Retrato en el cuerpo de campanas de la Giralda. La comisión marroquí viene para asistir a los actos de la Semana de Marruecos y Colonias (©ICAS-SAHP, Fototeca Municipal de Sevilla, fondo Sánchez del Pando).

Por la tarde, en el Pabellón de Méjico se celebró una recepción a la que asistió un grupo de catedráticos, profesores y maestros de toda España y Portugal, que había sido invitado por el Gobierno mejicano a todos los actos de la semana.

En los pabellones de Marruecos y Guinea continuaba el programa de festejos iniciado el día anterior, según la prensa con una especial animación. Con tal motivo, aquella tarde se celebraron unas regatas de cayucos guineanos en la ría de la Plaza de España, un té moruno en el Pabellón de Marruecos, y en el de Guinea, una conferencia y un baile de sociedad.

Las regatas de cayucos

A partir de las seis de la tarde en la ría de la Plaza de España, hubo varias regatas que fueron contempladas por numeroso público, apostado en las balaustradas cerámicas de la plaza. En la oficial, que fue la primera, compitieron nativos del Pabellón de Guinea, con los típicos cayucos guineanos, construidos con troncos vaciados; los nativos, en pie e impulsados por largos remos, debían recorrer dos veces el largo de la ría. El público se divertía especialmente con los continuos vuelcos de las frágiles embarcaciones. El ganador fue Alberto, un pamue conocido por sus expresivos gestos, que vestía un maillot a listas blancas y negras. El acto finalizó con la solemne entrega al ganador de la medalla de oro (donada por la Sociedad Olímpica de El Cairo) y una pequeña recompensa en metálico. Después de esta regata, se realizaron otras que según la prensa resultaron también muy divertidas por las volteretas de las canoas, y los consiguientes remojones de sus tripulantes.

Regata de cayucos guineanos en la ría de la Plaza de España (©ICAS-SAHP. Fototeca Municipal de Sevilla, fondo Carmona).

Regata de cayucos guineanos en la ría de la Plaza de España (©ICAS-SAHP. Fototeca Municipal de Sevilla, fondo Carmona).

Te moruno en el Pabellón de Marruecos

Mientras tanto, en los salones del Pabellón de Marruecos, la Dirección General de Marruecos ofreció a las autoridades locales y árabes, y a los miembros de la alta sociedad sevillana, un té moruno en el que el personal del pabellón sirvió diferentes tipos de tés, pastas y helados. La fiesta se prolongó hasta bien entrada la noche. El Príncipe de Asturias, que, acompañado de sus ayudantes y profesores, al final de la tarde recorrió el recinto de la Exposición, visitó entre otros pabellones el marroquí.

Guardia jalifiana en el patio central del pabellón de Marruecos. Se desplaza a Sevilla para prestar guardia durante la celebración de la Semana de Marruecos y Colonias (©ICAS-SAHP, Fototeca Municipal de Sevilla, fondo Sánchez del Pando)

Conferencia y baile en el Pabellón de Guinea

En el patio central del Pabellón de Guinea, el ilustre y popular escritor Víctor Ruíz Albéniz dictó una conferencia sobre Marruecos en la época de las campañas, a fin de aclarar el problema marroquí y la cuestión de la colonización. Ruíz Albéniz, que firmaba con el seudónimo “El Tebib Arrrumi”, había trabajado durante la campaña de Marruecos como reportero bélico de los periódicos Diario Universal e Informaciones. Después a las once y media de la noche, se celebró un gran baile de sociedad en el que se sirvió un lunch a los asistentes.

Aquella noche, a las once menos cuarto, en el Teatro de la Exposición, la Compañía de Carmen Díaz, seguía poniendo en escena la comedia Los duendes de Sevilla, de los hermanos Álvarez Quintero.

• La Semana de Méjico. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 17 de junio de 1930, p. 1.

• La Semana de Marruecos. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 17 de junio de 1930, p. 1.

• Esta mañana llegó a Sevilla el príncipe de Asturias para presidir el acto oficial de la clausura de la Exposición Ibero Americana. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 17 de junio de 1930, p. 8.

• Programa de la Exposición del día. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 16 de junio de 1930, p. 8.

16 de junio de 1930. Llega a Sevilla el Príncipe de Asturias En El Diario de la Exposición, de Juan José Cabrero Nieves y Amparo Graciani, https://www.eldiariodelaexposicion.com/post/16-de-junio-de-1930. Sujeto a Licencia Creative Commons.