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3 de junio de 1929

Se regula la entrada de vehículos Al recinto de la Exposición






El lunes 3 de junio de 1929 tampoco hubo eventos especiales en el recinto de la Exposición Iberoamericana pero sí una importante novedad: se comenzaban a aplicar algunas medidas de regulación de la entrada de vehículos al recinto, aunque quedaba pendiente de promulgar una normativa específica para los "taxímetros" (como se denominaba a los vehículos de servicio público que lo llevaban), que se esperaba tener para el 10 de junio.


Las medidas resultaban necesarias ya que, a comienzos de junio, cuando había transcurrido casi un mes de la inauguración del certamen, el tránsito de vehículos dentro del recinto había superado las estimaciones iniciales del Comité. Ello era debido, entre otras cuestiones, a que las agencias de viajes y los hoteles de lujo (entre ellos el Alfonso XIII y el Majestic, actual Hotel Colón) ofertaban el servicio de transporte privado; y también a que las principales empresas del sector (como la General Motors y la Hispano-Suiza) se habían implicado en la Exposición (incluso con pabellones propios) como refleja la publicidad de la época.



Anuncio en prensa del modelo Pontiac de la General Motors Pensinsular, S.A.

Vehículo del Hotel Majestic (actual Hotel Colón) en la Plaza de España.


A partir del 3 de junio, todo vehículo (particular y de servicio -con taxímetro o sin él-) que entrara en el recinto para poder circular en él, habría de abonar un billete diario de tres pesetas con independencia de que sus ocupantes pagaran sus correspondientes entradas personales. En una semana estarían accesibles unos bonos, que serían de aplicación solo a los vehículos particulares; de hecho, se indicó que a partir del 10 de junio en la taquilla de la Glorieta del Cid (en la que se vendían planos y guías de la Exposición) se expenderían unas tarjetas o abonos temporales para la libre circulación de los coches particulares. Estas serían de tres tipos: uno para quince días consecutivos, que costaría treinta pesetas; un segundo tipo para un trimestre natural, que valdría cien pesetas; y el tercer tipo que serviría para todo el certamen, y que costaría cuyo precio sería de doscientas pesetas. La referida taquilla, situada en la verja exterior del Casino, aún permanece en pie y es la misma que se usaba en las Ferias de Muestras Iberoamericanas de los años sesenta del pasado siglo.


Desde ese día, los vehículos solo podrían acceder por cuatro de las puertas del recinto: por la Glorieta del Cid o de San Diego en caso de entrar al Casino o al Teatro; por la Glorieta de la Dársena en el paseo do la orilla del río (Paseo de Colón), para acceder a la confluencia con la avenida de María Luisa; por la avenida de Moliní en la embocadura del Puente de Alfonso XIII (Corta de Tablada) o bien por la avenida Reina Victoria para acceder al Sector Sur de la Exposición. Así mismo desde ese día los vehículos no podrían acceder a la Plaza de España, sólo los coches oficiales, que deberían hacerlo por la Glorieta de San Diego.

Entrada de la Exposición de la Glorieta de San Diego (del Cid).



En el Teatro de la Exposición

En el Teatro de la Exposición, continua la Compañía de Eulogio Velasco, que representó de nuevo la zarzuela "Las maravillosas", de Antonio Paso y Tomás Borras, con música de Juan Bautista Vert Carbonell y colaboración de Reveriano Soutullo). Esta obra también se puso en escena los días 29, 30 y 31 de mayo y el 1, 2, 4 y 17 de junio.



Noticias de la prensa local sobre la jornada
  • Aviso importante. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 2 de junio de 1929, p. 5.

Cómo citar esta entrada

3 de junio de 1929 Se regula la entrada de vehículos al recinto de la Exposición. En El Diario de la Exposición, de Juan José Cabrero Nieves y Amparo Graciani, https://www.eldiariodelaexposicion.com/post/3-de-junio-de-1929. Sujeto a Licencia Creative Commons.






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