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29 de mayo de 1929

PREOCUPA El ESTADO DE SALUD DE ANÍBAL GONZÁLEZ





El miércoles 29 de mayo era la quinta jornada la Semana Nacional de los Estados Unidos en la Exposición Iberoamericana. Aunque no hubo grandes novedades pero sí interesantes personajes que se implicaron en los actos culturales del día, la atención de los sevillanos estaba puesta en el preocupante estado de salud del insigne arquitecto Aníbal González quien, según el nada esperanzador parte de su médico de cabecera, el doctor Blázquez Boros, continuaba “en el mismo estado de suma gravedad”. Cientos de personas, de todas las clases sociales, acudían a casa de don Aníbal para tener noticias de su estado, “haciendo votos” por su mejoría. Paralelamente, la mente de los organizadores de la Exposición estaba puesta en cómo contrarrestar las críticas que recibían sobre la escasa afluencia de público al recinto de la muestra, ciertamente no tan concurrido como los espectáculos concretos. Para ello, y según la prensa a fin de paliar los efectos de una campaña contra la Exposición, aquel día el Comité difundió que durante las dos primeras semanas se había alcanzado la previsión de visitantes al haberse vendido doscientas mil entradas.

Actos de la Semana Nacional de los Estados Unidos

El quinto día de la semana nacional mantuvo el habitual esquema, si bien se produjeron algunas novedades en el concierto matinal de la banda militar en la Plaza de América e interesantes actuaciones en la fiesta nocturna en el Edificio Consular.

Presencia de la música colombiana en la semana estadounidense


La jornada se inició de nuevo con la actuación matutina de la banda militar norteamericana en la Plaza de América, bajo la dirección del capitán William J. Stannard. El programa de aquel día estuvo condicionado por la presencia en Sevilla de una auténtica autoridad musical colombiana, el compositor, flautista y pianista bogotano Emilio Murillo Chapull, que vino a la capital con el afamado compositor vallecaucano Jerónimo Velasco, en representación de los músicos del país. Precisamente la velada de la noche anterior en el Teatro de la Exposición, había incluido un concierto de música colombiana con piezas de Velasco.

De ahí que en el programa, que también incluía música argentina, boliviana, brasileña y chilena, la colombiana contara con un especial protagonismo, por lo que tras los temas chilenos la banda tocó el himno nacional colombiano, al que siguieron varias obras del país en este caso dirigidas por el propio Murillo.

En realidad su intervención en aquel concierto tenía tintes institucionales; no por casualidad lo presidió el comisario general de los Estados Unidos en la Exposición, Thomas Campbell, acompañado por su homónimo colombiano, Roberto Pinto Valderrama. La buena relación de Murillo Chapull con el gobierno de Miguel Abadía Méndez (como con los de otros presidentes) se debía no solo a la calidad de su música sino también a su consideración como el "apóstol de la música nacional”. De hecho, Murillo imbuía a su música (hecha a base de células tornadas de los cantos rústicos del pueblo) un mensaje nacionalista con el deseo de convertirla en un auténtico símbolo patrio y producto de exportación; el discurso nacionalista que él encarnaba había vencido al academicista de tradición europea defendido por otro prestigioso músico, Guillermo Uribe Holguín, con quien durante la década anterior había monopolizado una calurosa discusión en prensa.

Esta buena relación había facilitado la implicación de Murillo en la Exposición Iberoamericana. Gracias a él, la música tuvo un especial papel en el programa de actos organizados por la legación colombiana, y no solo durante la Semana Nacional de Colombia, que aún estaba por llegar. Además, acometió una campaña de difusión de la música colombiana a través de la prensa sevillana, enviando corresponsalías de forma cotidiana al diario El Liberal de Sevilla, en las que hablaba de la gran aceptación de que su música, que él consideraba auténticamente colombiana, tenía en España.

Esa destacada implicación de la música colombiana en el programa de actos de la Semana Nacional de los Estados Unidos tenía un trasfondo político e institucional, apoyado además en la buena acogida de esta por parte delnorteamericano y en la relación del propio Murillo con los Estados Unidos donde había trabajado y grabado con la RCA Víctor y M. Whitmark and Sons y era muy conocido.


Murillo dirigiendo a la banda militar norteamericana, al son de su música nacional, en el concierto de la Plaza de América (Fotografía de Dubois publicada en El Correo de Andalucía, de Sevilla. 29 de mayo de 1929, p. 1).



El resto de la jornada

En las instalaciones americanas, los restantes eventos de la jornada fueron los habituales. De siete a nueve, la banda militar del ejército volvió a actuar en los jardines del pabellón.


En el Pabellón de Exhibiciones se repitieron las audiciones musicales de vitrola y de radio, que estuvieron muy concurridas; según la prensa, al público le resultaban “prodigiosas” las retransmisiones que por la noche se recibían por radio de música de Inglaterra, Holanda y Estados Unidos.


En el Cinematógrafo, a demanda del público, se volvió a proyectar la película “El gran desfile”, la del día anterior.


En la habitual fiesta de las nueve y media en el Edificio Consular, la novedad fue la actuación del compositor sevillano José Meléndez de la Fuente quien tocó al piano una selección de su obra sinfónica «Rapsodia Andaluza» y sobre todo la actuación conjunta de la cantante Estrellita Castro y la bailaora Carmen Vargas de la que la prensa destacó “una zambra de difícil ejecución, tanto el cante como en el baile”.



En el Pabellón de Argentina

En el pabellón argentino se proyectó una película sobre la actualidad de la nación. En ella se mostraban imágenes de Buenos Aires, su vida cotidiana, calles y paseos, incidiendo según la prensa en “la agitación de sus dos millones y pico de habitantes”, así como en el desarrollo económico de las provincias, especialmente de las zonas agrícolas y ganaderas de Santa Fe, Córdoba y La Pampa.


En el Teatro en la Exposición

Esa noche, en el Teatro de la Exposición, debutó la Compañía de revistas Velasco, que estrenó la zarzuela "Las maravillosas", de Antonio Paso y Tomás Borras, con música de Juan Vert.


Noticias de la prensa local sobre la jornada

  • Otros programas en los pabellones de los Estados Unidos. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 29 de mayo de 1929, p. 3.

  • La Semana de los Estados Unidos. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 31 de mayo de 1929, p. 2.

  • En el pabellón argentino se proyecta una admirable película. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 29 de mayo de 1929, p. 3.

  • Los visitantes de la Exposición. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 29 de mayo de 1929, p. 3.

  • Una nota sobre el número de visitantes a la Exposición. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 29 de mayo de 1929, p. 1.

  • Espectáculos para el miércoles. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 29 de mayo de 1929, p. 5.

  • La enfermedad de don Aníbal. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 29 de mayo de 1929, p. 8.

Cómo citar esta entrada

29 de mayo de 1929. Preocupa el estado de salud de Aníbal González. En El Diario de la Exposición, de Juan José Cabrero Nieves y Amparo Graciani, https://www.eldiariodelaexposicion.com/post/29-de-mayo-de-1929. Sujeto a Licencia Creative Commons.






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