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28 de mayo de 1929
PROMOCIÓN ARTÍSTICA Y ESCÉNICA EN LA EXPOSICIÓN
El martes 28 de mayo fue mucho más que la cuarta jornada de la Semana Nacional de los Estados Unidos en la Exposición Iberoamericana. Por primera vez desde la inauguración, todos los eventos del día pusieron en evidencia que la promoción artística y escénica era una faceta prioritaria del certamen y una oportunidad para convertir la ciudad en un foro de referencia internacional, claramente potenciado por la presencia norteamericana. Todos salvo uno: la entrega, en el Pabellón de México, de un donativo de 2.350 ptas. a Francisco Jiménez, un obrero que quedó incapacitado tras sufrir un accidente durante las obras del edificio.
La proyección de "El gran desfile"
No hubo novedades hasta las siete de la tarde aquel martes 28 de mayo. Como los demás días de la Semana Nacional de los Estados Unidos, de once a doce y media de la mañana la banda del Ejército de los Estados Unidos dio un concierto en la Plaza de América. En aquella ocasión estuvo dedicado a las naciones centroamericanas (Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador y Guatemala) cuyos delegados tomaron la palabra en los intermedios.
Como venía siendo habitual, el programa no se reinició hasta las siete de la tarde con la función de gala de cine mudo en el Cinematógrafo durante la cual la proyección estaba acompañada por la música de la banda, dirigida por el maestro Thomas F. Darcy. Pero no fue una sesión cualquiera. Aquel día se proyectó la película muda “El gran desfile” (1925), una gran superproducción cinematográfica de la Metro Goldwyn Mayer, dirigida por King Vidor, que hoy es considerada por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos una pieza «cultural, histórica y estéticamente significativa» de la filmografía nacional. La película había sido seleccionada por su doble repercusión en la industria del cine: de una parte por sus recursos cinematográficos (no en vano en plena Exposición serviría de referente a Sin novedad en el frente); de otra, por ser un auténtico éxito comercial al haberse mantenido un año en la cartelera neoyorkina; un éxito cuya verdadera magnitud entonces se desconocía, pues los veintidós millones de dólares de su recaudación no fueron superados hasta 1937 por Blancanieves.

La proyección de esta emblemática obra permitió a los espectadores acercarse a los horrores y el coste humano de la Primera Guerra Mundial a través de su protagonista, un joven soldado de familia acomodada. La banda sonora de esta cinta fue ejecutada por la banda militar de orquestación; según la prensa realzaba las imágenes que se proyectaban, emocionando y sobrecogiendo aún más al espectador. Fragmento de la película.
Cartel de la película "The Big Parade" ("El gran desfile", de King Vidor 1925).
Trini Ramos en la fiesta del Edificio Consular
A las nueve de la noche, en el Edificio Consular, el pabellón permanente que hoy se conserva, de nuevo habría una fiesta en el marco de la Semana Nacional. La novedad fue la actuación de la joven cantante, actriz y bailarina sevillana Trini Ramos, que en los Estados Unidos gozaba de gran fama.

La intervención de la artista, a la que acompañó su hermana María del Carmen, no estaba inicialmente programada; de forma improvisada Trini Ramos se ofreció a Campbell, delegado de los Estados Unidos en la Exposición a participar en la fiesta.
Trini Ramos y Campbell, delegado de los Estados Unidos en la Exposición Iberoamericana en el patio del Edificio Consular (fotografía de Serrano, publicada en El Noticiero Sevillano, de Sevilla, 29 de mayo de 1929, p. 8).
Su ofrecimiento se debía a que la artista se sentía a gusto y admirada por el público norteamericano que, según las referencias de prensa, destacaba de ella su belleza, sus “excitantes bailes”, “el chasquido de sus dedos”, “la contorsión de sus extremidades” y “sus oportunidades dramáticas”; tanto que un par de años después, en abril de 1931, solicitaría la ciudadanía americana argumentando preferir ser ciudadana de la República de los Estados Unidos a serlo de la República española.

Trini Ramos (Trinidad Muñoz Blanch), que entonces solo tenía veinticinco años, era una de esas mujeres que, como Pastora Imperio, Amaya de Molina y María Montero, después de cosechar éxitos en Sevilla, paseaba el nombre de Sevilla por el mundo; esta niña precoz, salida de la Academia de Realito, sería con el tiempo bien conocida en los Estados Unidos, donde trabajó en Connecticut, Boston, en el Forrest Theatre de Broadway y en el Royale Theatre de Nueva York, donde desde febrero de 1929 triunfaba con su espectáculo House of Dance.
Trini Ramos (fotografía de la Fundación Alexandre Vassiliev).

La sala estuvo decorada con un retrato que de ella realizó el sevillano Alfonso Grosso. Ese lienzo era uno de los que Grosso preparó en 1929 para llevarse a Estados Unidos en su próximo viaje previsto para septiembre. Grosso trabajaba siempre con temas afines a los gustos del mercado norteamericano hispanófilo que lo consideraba el embajador de la cultura española. En aquel viaje Grosso llevaría cuarenta cuadros: tres de bailaoras (además del de Trini Ramos, los de Carmen Vargas y La Mejorana), exteriores e interiores sevillanos (conventos, patios e iglesias) y un cuadro de Alfonso XIII.

En mayo, los retratos de Trini Ramos y Alfonso XIII ya estaban hechos y fueron usados en el pabellón; el de Alfonso XIII presidió el salón principal del Edificio Consular y el de Trini Ramos solo de forma ocasional en aquella fiesta. Un mes más tarde, el 23 de junio, mientras el cuadro de Alfonso XIII seguía en el Edificio Consular, el retrato de Trini fue expuesto en la muestra Exposición Iberoamericana de la Sociedad Económica de Amigos del País, bajo el título de “El retrato de la bailarina Trini Ramos”. Cuando Grosso lo llevó a Nueva York, el de Alfonso XIII fue adquirido por la Cámara de Comercio Española en la ciudad.
Lienzo de Trini Ramos (Fotograbado de Romero en, El Noticiero Sevillano, de Sevilla, 27 de junio de 1929, p.1.).
Trini Ramos es una de las mujeres asociadas al arte de la Exposición Iberoamericana, no solo por sus actuaciones en el Edificio Consular los Estados Unidos sino porque sirvió de modelo al escultor Manuel Delgado Brackenbury en su segundo proyecto (fechado el 20 septiembre de 1929) de la Fuente de Sevilla, popularmente conocida como “de los meones”, para la Puerta de Jerez, que fue recibida el 22 de abril de 1930, también en plena Exposición.

Fuente de Sevilla, en la Puerta de Jerez.
La promoción de los discos del himno de la Exposición
Durante aquellos días aparecieron en la prensa anuncios publicitando los discos de gramófono, es decir discos de 78rpm, con el himno de la Exposición Iberoamericana, del que las dos principales productoras de la época realizaron sus correspondientes ediciones.
En el acto inaugural de la Exposición, que había tenido lugar el sábado 9 de mayo en la Plaza de España, tras la intervención del rey Alfonso XIII, el himno de la Exposición con letra de los hermanos Joaquín y Serafín Álvarez Quintero y música del maestro Francisco Alonso había sido interpretado por las Bandas Municipales de Madrid y Sevilla y de Alabarderos, a las que se unieron cien guitarras y bandurrias; lo cantó el famoso tenor José García acompañado en una gran masa coral formada por la Rondalla y el Orfeón donostiarra y la Coral bilbaína. Sin embargo, parece que hasta el momento se había usado en pocas ocasiones más, pues al menos la prensa refiere la interpretación de himnos nacionales, entre ellos el español, pero no el de la Exposición.

La comercialización del himno interesaba a la Comisión Permanente de la Exposición como seña identitaria del certamen y también al gobierno ya que la letra, que la comisión había encargado a los hermanos Álvarez Quintero en vez de convocar un concurso público iberoamericano como inicialmente se pensó, era plenamente afín a los planteamientos ideológicos del régimen: una salutación a América y Portugal magnificando la gesta y la unidad entre la Madre Patria y sus hijos los países americanos, a las carabelas colombinas y al Plus Ultra, que unos años antes había unido, en un vuelo histórico España con Argentina. Todo ello con claros y perfectamente identificables acordes musicales de marcado carácter español, que recuerda a las obras de Albéniz y la música popular. (Acceso al himno)
CORO
¡Salud, americanos, del mundo juventud! ¡Salud, pueblos hermanos! ¡Salud, Salud! ¡Acudid, hijos de españoles, a fundirnos en un crisol! ¡De mil cielos y de mil soles hay que hacer un cielo y un sol! ¡Evoquemos los magnos hechos de la vieja Madre inmortal, y sintamos en nuestros pechos el abrazo de Portugal! Hoy se truecan las carabelas En monstruos gigantes que asustan al sol, y los ecos de sus estelas son cantos vibrantes del mundo español. UNA VOZ Damas que cruzáis el mar, Para venir a realzar A esta Sevilla de plata: el pueblo os ha de entonar su mas precioso cantar y su mejor serenata. La Giralda ha de encender las estrellas una a una, porque no dejéis de ver la que alumbró vuestra cuna. CORO ¡Salud, americanos, del mundo juventud! ¡Salud, pueblos hermanos! ¡Salud, Salud!
Apenas veinte días después de la inauguración, el himno estaba siendo comercializado por las dos productoras discográficas más importantes del mundo.
Una de ellas fue la casa británica “La voz de su amo”, con su característica marca (un perro, Nipper, ante un gramófono) inspirada en la obra de Francis Barraud. Sus discos se vendían en el establecimiento de la casa Piazza Hermanos, en la Plaza del Pacífico, la actual Plaza de la Magdalena. El himno estaba interpretado por el cantante lírico Miguel Fleta Mirat, considerado el mejor tenor de la época (incluso por alguno más que el propio Caruso); a pesar de ser dedicarse preferentemente a la ópera y a la zarzuela, Fleta también había interpretado canciones de Brahms y temas populares (jotas, nanas, himnos…) e incluso había hecho algunas incursiones en el cine.

La elección del tenor no era baladí. De una parte, Fleta, que mantuvo una estrecha relación con Puccini, cubría la tesitura desde el barítono hasta el tenor. Por otra parte, por sus giras por toda Europa, América, China y Japón, su fama era internacional, en especial en Iberoamérica donde sus seguidores rivalizaban con los de Hipólito Lázaro, otro famoso tenor español.
La tercera y última razón era su alta consideración en España, donde Fleta, además de ser todo un ídolo de masas y un mito nacional, había obtenido los máximos reconocimientos: la Gran Cruz de Isabel la Católica y las de Alfonso XII y Alfonso XIII. Estas tres cuestiones lo convertían en la mejor apuesta para "La voz de su amo". (Acceso al himno interpretado por Miguel Fleta).
Odeón, firma también conocida también por su sobrenombre “El disco de la raza”, y que tenía una instalación en el Sector Sur simulando el templete de la marca de la empresa, era la productora del otro disco. Además del himno, este incluía el castizo y popular pasodoble “La Giralda”, de Eduardo López Juarranz, cantado por el tenor Colelio Braldrich, con acompañamiento de masa coral y rondalla de guitarras y bandurrias y con música de la Banda Municipal de Madrid que dirigía el maestro Ricardo Villa.
Posteriormente ya en 1930, se realizó una tercera edición del himno, que por ello en estos días no se recoge en la promoción en prensa; fue producido por Discos Regal, un sello discográfico pionero en España, asociado a la compañía Columbia Graphophone Company S.A. Discos Regal, con sede en Donostia-San Sebastián. El disco incluía la marcha andaluza "La petenera" de José Font de Anta en su cara A y el himno de la Exposición, que estaba interpretado por el tenor Fausto Álvarez con coro, acompañamiento de rondalla y orquesta, en la B (Acceso al himno interpretado por Fausto Álvarez).
A pesar de haber sido comercializado y de ser una pieza pegadiza, el himno de la Exposición Iberoamericana no tuvo el éxito esperado. Quizás ello se debió a su escasa propaganda, lo contrario a lo que sucedió con el himno de la exposición valenciana de 1909, cuyos compases fueron después utilizados por la marca cinematográfica CIFESA y tuvo más respaldo popular, convirtiéndose en el himno regional.

Colombia en el Teatro de la Exposición
Aquella noche, en el Teatro de la Exposición la compañía dramática argentina de Camila Quiroga se despedía de los sevillanos, con una velada en honor a Colombia. Esta comenzó poniendo en escena la comedia “El zarpazo”, del prolífero dramaturgo colombiano Antonio Álvarez Lleras, que firmaba sus obras con el pseudónimo "Joaquín Zuluaga", el cual hoy es considerado el fundador del Teatro moderno en el país. Álvarez Lleras, que había sido cónsul en Cádiz en 1927 y 1928, era un autor muy reconocido; miembro de la Sociedad de Autores y de la Academia de la Lengua. Su obra "El zarpazo", había obtenido el primer premio del concurso convocado por la Compañía de Camila Quiroga en 1927, y había participado en las giras de la compañía por Puerto Rico, Cuba, México, Nueva York y París, y ahora en Sevilla.
La velada concluyó como fin de fiesta con un concierto de música colombiana, en el que una numerosa orquesta interpretó piezas del afamado compositor vallecaucano Jerónimo Velasco que tanto contribuyó, junto con otros artistas de esta y otras regiones, a la formación de identidad musical de Colombia en la primera mitad del siglo XX.
Noticias de la prensa local sobre la jornada
Programa para hoy. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 28 de mayo de 1929, p. 7.
En el teatro de los Estados Unidos de la Exposición. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 28 de mayo de 1929, p. 5.
Música colombiana. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 29 de mayo de 1929, p.3.
Continúan celebrándose brillantemente la semana de los Estados Unidos. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 29 de mayo de 1929, p. 1.
Un retrato de Alfonso Grosso en el teatro de los EE.UU. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 30 de mayo de 1929, p. 1.
Un cuadro de Alfonso Grosso en el Teatro de de Estados Unidos. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 30 de mayo de 1929, p. 1.
Fotografía del cuadro de Trini Ramos. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 27 de junio de 1929, p. 1.
El himno de la Exposición. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 28 de mayo de 1929, p. 3.
Himno de la Exposición. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 28 de mayo de 1929, p. 7.
Entrega de un donativo. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 29 de mayo de 1929, p. 3.
De teatros. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 30 de mayo de 1929, p. 6.
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28 de mayo de 1929. Promoción artística y escénica en la Exposición. En El Diario de la Exposición, de Juan José Cabrero Nieves y Amparo Graciani, https://www.eldiariodelaexposicion.com/post/28-de-mayo-de-1929. Sujeto a Licencia Creative Commons.
