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28 de febrero de 1930

Los dineros, los Carnavales y el cine sonoro causan expectación







El viernes 28 de febrero, la Exposición siguió su curso. En el recinto, el único evento especial de la jornada fue la visita que, como en semanas anteriores, hicieron los alumnos del Grado Preparatorio y Elemental de la Escuela Superior y Profesional de Comercio de Sevilla, que en aquella ocasión fue al Pabellón del Perú. A las cuatro de la tarde, los alumnos, el director y varios profesores del centro fueron recibidos en la puerta por Manuel Piqueras Cotolí, arquitecto del edificio y delegado del país, quien además los acompañó y guio en el recorrido. A las seis, estuvieron en el Pabellón de Domecq, donde les recibió Rivero, en representación de la firma; tras mostrarles los distintos vinos que producían sus bodegas, este les obsequió con unas copas.


A pesar de la poca actividad, había mucha expectación en la ciudad. La intervención que en la jornada previa Giménez Fernández había hecho en el Cabildo municipal sobre la responsabilidad de los gastos de la Exposición era tema de conversación entre los gestores, esperando conocer la reacción del comisario regio-presidente del certamen, Carlos Cañal, que por tal motivo sería contactado por los diarios locales; entre los ciudadanos, lo eran el estreno de la primera película sonora española que tendría lugar aquel día en Sevilla, y por supuesto los preparativos de las fiestas del Carnaval, cuya celebración era ya inminente, según el programa que la prensa local del día difundió.



El estreno de La bodega

Aquella tarde en el Pathé Cinema se proyectaba La bodega, dirigida por Benito Perojo, y protagonizada por Conchita Piquer y Valentín Perera. Sevilla había sido elegida para el estreno de la que era la primera película “sonora parlante” de producción española, porque algunas de sus escenas exteriores habían sido rodadas en la ciudad y en el recinto de la Exposición.




La Bodega, El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 27 de febrero de 1930, p. 6.








Reacción de Cañal a las declaraciones de Giménez Fernández

En el plano político, la intervención del concejal Giménez Fernández en el Cabildo Municipal del día anterior con relación a las aportaciones económicas del Ayuntamiento de Sevilla a la Exposición, había generado incertidumbre, por lo que aquel día los periodistas se interesaron en conocer la opinión de Carlos Cañal, que sería publicada el 1 de marzo.


Cañal, que no quiso entrar en polémica, respondió a los periodistas, a través de una nota de prensa refiriendo que los acuerdos habían sido tomados entre 1924 a 1929 por lo que no le correspondía entrar en el tema, aunque cuando aceptó el cargo contaba con la aportación acordada con el Ayuntamiento que para llevar a término la Exposición. Así mismo, solicitó a los que intervinieran en estas discusiones que tuvieran en cuenta los perjuicios que la disparidad de opiniones y la falta de consenso podrían tener para el certamen.


Publicitando los festejos del Carnaval

Finalizaba el mes y había mucha expectación ante la inminente celebración del Carnaval, por lo que, a fin de promover la participación del público sevillano, el Comité publicó en los diarios locales unas esquelas informativas incluyendo el programa de eventos, los concursos y las tarifas de entrada al recinto, así como el anuncio de la iluminación extraordinaria y los festejos que organizaban los concesionarios de los distintos establecimientos de recreo.


Según lo publicitado, el domingo 2 de marzo por la tarde, habría un concurso de coches, carrozas y automóviles adornados, que estaría dotado con tres premios, de 1.500,1.000 y 500 pesetas, respectivamente, y por la noche, en el Casino de la Exposición, un baile de máscaras con entrada a 10 pesetas para los caballeros, que habrían de vestir esmoquin. En la tarde del lunes 3, se celebraría un concurso de máscaras a pie y a caballo, en este caso dotado con un premio de 500 pesetas y dos de 250 pesetas, uno de los cuales sería para la del disfraz más ingenioso. El martes 4, a las cuatro de la tarde, por las avenidas del recinto de certamen tendría lugar el desfile de la gran Cabalgata carnavalesca organizada por el Comité de la Exposición. En la tarde del Domingo de Piñata, el día 9, se otorgarían y entregarían los premios a los coches y máscaras y por la noche, en el Casino de la Exposición, habría otro baile de máscaras, con las mismas normas de acceso que el del primer día.


En los cuatro días de Carnaval, se aplicaría la tarifa popular para la entrada al recinto, es decir el billete de cincuenta céntimos para los peatones, y el de dos pesetas para los carruajes. Con un pase especial de ocho pesetas los vehículos podrían acceder al recinto de forma libre durante el Carnaval. También se publicitó que el precio de las sillas que se instalarían a lo largo del recorrido sería 1 peseta, 50 y 25 céntimos, según la fila.


Hubo tres cuestiones que el Comité de la Exposición cuidó especialmente. La primera que los carruajes que accedieran al recinto para participar en el paseo estuvieran bien controlados, por lo que estos debían entrar atravesando las avenidas del Parque de María Luisa y de los Jardines de las Delicias, desde donde se incorporarían al recorrido por el Sector Sur. Después habrían de regresar por la avenida Reina Victoria (actual de la Palmera). La segunda cuestión fue el mantenimiento de los jardines, de modo que el Comité prohibió expresamente arrojar serpentinas y confetis a los jardines, anuncio que resultó del todo necesario al incorporar sus avenidas al recorrido. La tercera fue la compostura de las máscaras; sobre ello, la alcaldía había emitido unas instrucciones que el Comité se había comprometido a hacer cumplir de forma rigurosa, incluso impidiendo la entrada en el recinto de aquéllas que no lo hicieran y no admitiendo los disfraces incorrectos. Por ello se estableció un jurado de admisión y se determinó que aquellos que estuvieran “convenientemente adornados” quedarían exentos del pago de la entrada al recinto.


En el Teatro en la Exposición

Aquella noche, a las diez y cuarto, en el Teatro de la Exposición, la Compañía dramática de Francisco Morano, puso en escena la comedia La fierecilla domada, de William Shakespeare.



Noticias de la prensa local sobre la jornada

  • Interesantes manifestaciones del señor Cañal sobre unas opiniones expuestas en la última sesión municipal. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 1 de marzo de 1930, p. 1.

  • Pathé Cinema (esquela). En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 27 de febrero de 1930, p. 6.

  • Programa del Carnaval (esquela). En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 27 de febrero de 1930, p. 6.

  • Los alumnos de la Escuela de Comercio en el Pabellón del Perú. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 1 de marzo de 1930, p. 5.

  • Espectáculos. Teatro Exposición. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 28 de febrero de 1930, p. 4.


Cómo citar esta entrada

28 de febrero de 1930. Los dineros, los Carnavales y el cine sonoro causan expectación. En El Diario de la Exposición, de Juan José Cabrero Nieves y Amparo Graciani, https://www.eldiariodelaexposicion.com/post/28-de-febrero-de-1930. Sujeto a Licencia Creative Commons.



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