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27 de febrero de 1927

Giménez Fernández cuestiona las obligaciones municipales ante los gastos de la E.I.A.






El jueves 28 de febrero el embajador de los Estados Unidos, Irwin B. Langhlin, seguía en la ciudad. Aun así, Langhlin no fue el protagonista de la mañana, pues la pasó en La Rábida visitando los lugares colombinos; lo fue el concejal Giménez Fernández, quién en la sesión de Cabildo Municipal, celebrada en el Ayuntamiento de Sevilla, cuestionó las obligaciones de este respecto a los gastos de la Exposición


En la reunión del Cabildo

El Cabildo Municipal estuvo presidido por el gobernador interino de Sevilla. En la sesión tuvo lugar el nombramiento provisional del alcalde y de los tenientes de alcaldes, con el objeto de constituir la nueva corporación municipal pues, tras la dimisión de Primo de Rivera, los cargos que habían sido designados por su gobierno, entre ellos los alcaldes, habían sido destituidos.


El nuevo alcalde de Sevilla sería Antonio Halcón y Vinent (1865-1963), primer conde de Halcón, quien había sido Presidente de la Diputación de Sevilla (1902-1903) y en dos ocasiones previas (1909-1913 y 1922-1923) alcalde de la ciudad.

Durante el desarrollo de la sesión, el concejal Giménez Fernández pidió la palabra para dar a conocer, en líneas generales, su opinión respecto a una real orden que se esperaba por la que el Consistorio debía entregar al Comité de la Exposición dos millones novecientas mil pesetas según había aprobado el Cabildo Municipal.






Manuel Giménez Fernández (1896-1968)




En opinión del concejal, este acuerdo no debía ejecutarse porque había sido tomado en un Cabildo extraordinario de la anterior corporación Municipal. Además, consideraba que con los dieciocho millones de pesetas que el Ayuntamiento había entregado al Gobierno, los compromisos que este había adquirido con la Exposición quedaban salvados. Para Giménez Fernández, el Ayuntamiento no debía hacerse cargo del déficit resultante, pues consideraba que el responsable de la mala administración eran los gestores que el propio Gobierno había impuesto.


La mayoría de los concejales se mostraron de acuerdo con las afirmaciones de Giménez Fernández, que parecían responder al sentir general. Blasco Garzón, solicitó que sus palabras se hicieran constar en acta, literalmente, para tenerlas en cuenta cuando se constituyera el Cabildo municipal.


La noche en el recinto

Aquella noche, solo hubo dos eventos destacados. En el Casino de la Exposición, el Comité del certamen ofreció una cena al embajador de los Estados Unidos en España, Irwin B. Langhlin y señora, al que asistieron el comisario regio, Carlos Cañal y las autoridades locales. Tras los discursos del comisario regio y del embajador, los comensales escucharon en pie los himnos de ambos países.


Después se trasladaron al Teatro de la Exposición, donde a las diez y cuarto de la noche la Compañía dramática de Francisco Morano puso en escena la comedia El placer de la honradez, de Pirandello, traducida por Salvador Vilaregut. Esa tarde la compañía había representado la comedia El chiquitín de la casa, de Mariano Pineda.


Noticias de la prensa local sobre la jornada

  • La sesión municipal de hoy. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 28 de febrero de 1930, p. 5.

  • Banquete en honor del embajador de los Estados Unidos. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 28 de febrero de 1930, p. 1.

  • El embajador de los Estados Unidos en España visita los lugares colombinos. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 28 de febrero de 1930, p. 6.

  • Teatro Exposición. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 27 de febrero de 1930, p. 2.


Cómo citar esta entrada

27 de febrero de 1930. Giménez Fernández cuestiona las obligaciones municipales ante los gastos de la E.I.A. En El Diario de la Exposición, de Juan José Cabrero Nieves y Amparo Graciani, https://www.eldiariodelaexposicion.com/post/27-de-febrero-de-1930. Sujeto a Licencia Creative Commons.



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