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17 de junio de 1929

LAS MEDITADAS INICIATIVAS DE CRUZ CONDE






El 17 de junio debió ser un día especial para José Cruz Conde, que había visto cómo desde 1928 su poder se había ido mermando a consecuencia de un conflicto con el infante don Carlos, que provocó su cese como Gobernador Civil y el cambio de denominación de su cargo, de Comisario Regio a Director de la Exposición.

Ese día se inauguraba la Casa de la Prensa (o Pabellón de Prensa, actual Colegio España), un proyecto fruto de una iniciativa personal tras visitar el Congreso Internacional de Prensa de Colonia, celebrado en 1928.

Fue entonces cuando Cruz Conde entendió la necesidad de dotar a la Iberoamericana de un centro de prensa para acoger a los periodistas nacionales y extranjeros que cubrieran las noticias sobre el desarrollo de la Exposición; un edificio dotado de los instrumentos y los servicios necesarios para garantizar su divulgación diaria.

Fue también cuando Cruz Conde planificó la visita de periodistas extranjeros y les cursó la correspondiente invitación. La visita habría de coincidir con la inauguración de la Casa de la Prensa donde se daría servicio a los periodistas, y también del Salón de la Prensa Iberoamericana instalado en una de dependencia de la Plaza de España, en el cual se expondrían muestras de prensa antigua y moderna así como de diferentes países americanos.

También de ahí resurgió la idea de celebrar en Sevilla un congreso iberoamericano de prensa; retomaba una iniciativa planteada durante el Congreso de Prensa Latina celebrado en Madrid en 1928 por un redactor de El Correo de Andalucía que había sido secundada con entusiasmo por los asistentes americanos, quienes defendían el papel de la prensa iberoamericana ante el predominio del periodismo francés e italiano.

La Casa de la Prensa

La Exposición de Colonia sería el referente para la Iberoamericana, de modo que, para dotar el pabellón de Sevilla, Cruz Conde adquirió los materiales, el mobiliario y la documentación del pabellón español en dicha exposición, en el que España concurría con algunas repúblicas americanas.

El pabellón habría de estar bien posicionado dentro del recinto y ser fácilmente accesible; en concreto, se escogió un lugar inmediato a la puerta de la avenida de Manuel Siurot, en terrenos de la franja perimetral al antiguo Huerto de Mariana, entonces ya integrada en el Parque de María Luisa, donde por ser externa al predio donado por la infanta María Luisa Fernanda, la construcción podía ser de carácter permanente. El proyecto fue encargado a Vicente Traver y Tomás, arquitecto de la Exposición, quien lo realizó con José Granados de la Vega.


Pabellón de la Prensa (Fototeca Municipal de Sevilla. fondo Fernando Carmona).



El pabellón contaría con una sala general de redacción con sección mecanográfica, una biblioteca profesional, mesas y pupitres para consultas y lectura, y una gran sala de lectura en el vestíbulo, en la que había revistas y periódicos de todo el mundo. También habría una sección de comunicaciones, con cabinas telefónicas, un centro telegráfico, una estación de radiocomunicación y una estafeta de correos.


Sala de redacción del Pabellón de la Prensa (fot. Archivo ABC).



Sala de redacción del Pabellón de la Prensa (fot. Archivo ABC).

Encadenando eventos

La inauguración del pabellón se hizo coincidir con la llegada de los “periodistas extranjeros”, como se les refería en la prensa, quienes precisamente estarían en Sevilla coincidiendo con un homenaje al Ministro de Economía Nacional, el jerezano Francisco Moreno Zuleta, conde de los Andes.


Dicho homenaje se materializaría en una fiesta en el Pabellón del Aceite, que fue el lugar escogido por depender de este Ministerio la producción del aceite puro de oliva, uno de los productos nacionales cuya comercialización y exportación en mayor medida se trató de promover en la Exposición. Además, el Pabellón del Aceite podría dar cabida para unos dos mil invitados, entre personalidades, cargos y miembros de la alta sociedad, y su estructura en patios y espacios diferenciados contribuía a la organización de espectáculos diversos realizados en distintos puntos del pabellón de forma simultánea.


Nada fue casual. Haciendo coincidir la presencia de los periodistas extranjeros con el homenaje al Ministro, se mostraría a la prensa internacional lo más autóctono, la arquitectura blanca de Talavera, al tiempo que se ensalzarían el principal producto agrícola nacional, la industria oleícola y el folclore local a través de los espectáculos que se ofrecan.

Cabe suponer que tampoco fue casual que aquel día se encontraran en Sevilla algunos apersonajes ilustres. La prensa refiere que ese día llegaron a la ciudad, en el expreso de la mañana y procedentes de Madrid, diferentes cargos del gobierno de Alemania; en concreto, un representante del Ministerio de Negocios Extranjero (el ministro, Dr. Stressmann, se encontraba en Barcelona), la esposa del referido ministro, el secretario de Estado Dr. von Schubert y el secretario de Estado de la Cancillería del Reich, Dr. Puender. Por la noche, en el mismo expreso, llegaría el ministro de Relaciones Exteriores de Bulgaria, acompañado de su esposa y su secretario.

El programa de actividades de los periodistas extranjeros

El Pabellón de la Prensa se inauguró a las siete y media de la tarde y vino seguido de un vino de honor. Al acto asistieron los periodistas extranjeros y periodistas locales.


La prensa no refiere qué hicieron los periodistas durante aquella mañana, en la que probablemente el programa quedó libre de actividades por prolongarse las fiestas nocturnas. No obstante, sí recoge que antes de ir a la inauguración del pabellón, estos visitaron el Pabellón de Chile, que aún estaba en obras, recalcando que la visita no fue oficial, sino un acto “íntimo”, con el único objetivo de poner en evidencia el enorme esfuerzo constructivo que realizaba el gobierno chileno. Esta observación podría obedecer al deseo de no generar polémica sobre la elección de este pabellón.

Tras el vino de honor, los periodistas visitaron el cercano Pabellón de la Compañía Telefónica, y después el Pabellón de Portugal.



Visita de los periodistas extranjeros al Pabellón de la Compañía Telefónica (fot. del Archivo Histórico de la Fundación Telefónica).


Los pabellones seleccionados se encontraban en la ruta hacia el Casino de la Exposición, en cuya terraza a las nueve de la noche, Cruz Conde ofreció una cena en honor de los periodistas, a la que asistió el Gobernador Civil, Mora Arenas.

Tras la cena, durante el desarrollo de su discurso, en nombre del ministro de Economía, Mora Arenas invitó a los periodistas a la inauguración del Salón de la Prensa Iberoamericana, que tendría lugar a las seis de la tarde del día siguiente.

Finalizados los discursos protocolarios, pasaron a la sala del Teatro de la Exposición, donde en honor a los periodistas la Compañía de revistas Velasco hizo una función especial de la zarzuela “Las maravillas”, de Antonio Paso y Tomás Borrás, con música de Juan Vert.

Terminada ésta, los periodistas extranjeros marcharon al Pabellón del Aceite, donde el Comité de Propaganda del Aceite Puro de Oliva Español, dependiente del Ministerio de Economía organizó la ya referida fiesta en homenaje del Ministro de Economía, conde de los Andes, con motivo de su estancia en Sevilla.


Fiesta homenaje al Ministro de Economía, en el Pabellón del Aceite

Casi dos mil invitados se dieron cita aquella noche en el bello edificio en el que su arquitecto, Juan Talavera, había rememorado una hacienda de olivar; entre ellos, se encontraban los cargos municipales y de la Exposición, lo más selecto de la sociedad sevillana y los periodistas extranjeros.

La decoración para el evento, que corrió a cargo del pintor Santiago Martínez, Asesor Artístico del Comité, fue especialmente cuidada. En los parterres de los jardines se instalaron bombillas multicolores y se decoraron los patios del caserío. La prensa refiere la suntuosidad del ambiente como algo realmente extraordinario.

La noche estuvo amenizada por diferentes grupos. En la parte del pabellón correspondiente a la casa de campo se instaló un tablao flamenco, donde que se turnaban bailaoras de la academia de Realito con cantaores acompañados por guitarristas. En la otra parte del edificio, la orquesta del Hotel Alfonso XIII interpretaba composiciones modernas para el público más joven, mientras que en los jardines actuaba un coro de campanilleros.

Haciendo gala del aceite puro de oliva, a las dos de la madrugada se sirvió una buñolada a los numerosos asistentes en mesas dispersas en los jardines y los patios del pabellón.


Pabellón del Aceite (fot. del Institut d´Estudis Catalans).


Patio principal del Pabellón del Aceite (fot. del Institut d´Estudis Catalans).


Noticias de la prensa local sobre la jornada

  • Huéspedes ilustres. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 16 de junio de 1929, p. 1.

  • Stresemann a Barcelona. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 18 de junio de 1929, p. 4.

  • Llegada del ministro de Relaciones Exteriores de Bulgaria. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 18 de junio de 1929, p. 1.

  • Desde el domingo se encuentran en Sevilla los periodistas extranjeros cerca del Consejo de la Sociedad de Naciones. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 18 de junio de 1929, p.1.

  • La estancia de los periodistas extranjeros en Sevilla. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 18 de junio de 1929, p. 1.

  • La estancia del ministro de Economía en Sevilla. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 19 de junio de 1929, p. 8.

Cómo citar esta entrada

17 de junio de 1929. Las meditadas inciativas de Cruz Conde. En El Diario de la Exposición, de Juan José Cabrero Nieves y Amparo Graciani, https://www.eldiariodelaexposicion.com/post/17-de-junio-de-1929-y-1930. Sujeto a Licencia Creative Commons.






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